Neville Goddard

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Tu Valor Infinito

El propósito de estas charlas es provocar un cambio psicológico en ti, el individuo. La humanidad, entendida psicológicamente, es una serie infinita de niveles de conciencia y tú, individualmente, eres lo que eres, de acuerdo a dónde estás en estas series. La conciencia es la única realidad y dónde eres consciente de estar psicológicamente, determina las circunstancias de tu vida.

Los antiguos sabían esta gran verdad, pero nuestros maestros modernos aún no la han descubierto. Sólo hay una sustancia en el mundo. Nuestros científicos la llaman energía mientras que las escrituras la definen como conciencia. Se nos dice que el universo fue causado por el agua, pero si esto es cierto, entonces no podría evolucionar en nada más que agua. Pero si la sustancia básica es energía (o conciencia), se puede hacer que se manifieste como hierro, acero y madera, solo por nombrar algunos. El hombre, al ver una variedad de formas, piensa en innumerables sustancias, pero lo que se ve es solo un cambio en la disposición de la misma sustancia básica- la conciencia.

 En Efesios se nos dice que “todas las cosas, cuando son admitidas, son manifestadas por la luz”. La palabra “luz” registrada aquí significa conciencia, ser consciente”. El estado que el individuo admite en su conciencia es la causa de que un hombre sea rico y otro pobre. El hombre pobre admite estar en el estado de pobreza al decir: “Yo Soy pobre “, así como el hombre rico admite riqueza diciendo: “Yo Soy rico”. Cualquier cosa que tú – un individuo- declares ser (sea bueno, malo o indiferente, correcto o incorrecto) debe manifestarse en tu mundo, porque al declarar el estado, tú has aceptado su vida.

Solo hay una causa y es la conciencia. Tu conciencia es el centro desde el cual tu mundo refleja y hace eco del estado que ocupas actualmente.

Ahora, un estado puede definirse como todo lo que tú crees y aceptas como verdadero. Por lo tanto, si quieres que tu mundo cambie, debes determinar lo que quieres aceptar y consentir como verdadero, antes de poder cambiarlo.

Para llegar a cierta definición de uno mismo, debes comenzar observando acríticamente tus reacciones automáticas, porque tu reacción define tu estado. Y sin levantarte de tu silla, tú puedes reconstruir tu mundo cambiando tu nivel (o estado) del ser. Esto se hace observándote acríticamente como reaccionas a la vida.

Si no te gustan las circunstancias de tu vida, reconoce su causa. Debes estar dispuesto a admitir que las circunstancias solo materializan aquello de lo que eres consciente, luego cambia tu conciencia y tu mundo cambiará. Si reaccionas a lo que está siendo materializado, te unes a un cierto nivel de conciencia, pero si te niegas a reaccionar, el hilo se rompe.

Deja de ser consciente de algo desagradable, porque cada pensamiento desagradable te hace caminar en el lodo psicológico. Más bien, identifícate con la belleza, con el amor (el Cristo en ti) y ascenderás el nivel infinito de tu propio ser y cambiarás las circunstancias de tu vida.

Tu estado de conciencia, como un imán, atrae vida. El acero, en su estado desmagnetizado, es una giratoria masa de electrones, pero cuando los electrones se orientan en una dirección, el acero es magnetizado. Tú no agregas al acero para hacerlo magnético ni quitas nada para desmagnetizarlo. Este mismo principio es cierto para ti. Puedes cambiar tu mundo reorganizando tus pensamientos y haciendo que viajen solo en una dirección y eso es hacia el cumplimiento de tu deseo.

Observa tus reacciones ante la vida, ya que cualquier cambio en la disposición de tu mente – el cual puede ser detectado por la autoobservación- causará un cambio en tu mundo exterior. Es importante aprender a ser pasivo a lo que es desagradable e inaceptable para ti. De esa manera, estás despertando al ser dinámico interior. Y cuando encuentres tu ser interior, descubrirás que las cualidades que condenas en los demás, realmente están en ti mismo. Entonces conocerás el secreto del perdón, porque a medida que te perdonas a ti mismo, los demás son perdonados.

Todas las cosas (no solo unas pocas) son manifestadas por la luz, y todo lo que se manifiesta es luz. En el momento en que aceptas un pensamiento, se hace manifiesto. No podría llegar a ser, a menos que tú hayas dado consentimiento a su expresión, al ser consciente de el. El universo se mueve sin necesidad de motivo, ya que no tiene ningún motivo propio. Más bien, se mueve bajo la necesidad de manifestar los arreglos de las mentes de los hombres. Esta enseñanza es para despertarte a tu luz, y el despertar comienza por la autoobservación.  

Si tienes un secreto afecto por vivir en el lodo de la autocompasión y la condenación, tu mundo reflejará esos sentimientos. Pero si reorganizas tu mente y vives en el celestial sentimiento de armonía y amor, tu mundo manifestado cambiará. Si hoy pasaras cinco minutos observándote acríticamente, te sorprenderías al descubrir lo engañoso que eres. Es un terrible choque, lo sé, pero cada choque de este tipo dejará entrar la luz de la conciencia, y la vida es una iluminación cada vez mayor. A medida que entra la luz, te vuelves más y más consciente de quién eres realmente. 

Solo hay una causa para los fenómenos de la vida. Solo observando tu propia conciencia puedes descubrir la causa de lo que te está sucediendo. No hay mayor tirano que la creencia en una causa secundaria. Deja ir a ese tirano recordando la única sustancia; la única causa que es la conciencia e inmediatamente cambia aquello de lo que eres consciente. Solo observando tus reacciones a la vida puedes encontrarte a ti mismo. Y recuerda, mientras sigas reaccionando como lo haces, las mismas cosas deben confrontarte, ya que todo lo que admites se hace manifiesto por tu conciencia, y todo lo que manifiestas es tu conciencia.

Deja de caminar por el mundo en el barro y vivir en su sótano. Tu alma está hecha de todo lo que consientes. Pierde tu alma en un nivel y la encontrarás en un nivel superior, definida de manera diferente. Examínate siempre acríticamente, porque en el momento en que te vuelves crítico, automáticamente justificas tus reacciones y te asocias a ti mismo con lo observado. Todo es individual.

La seguridad colectiva y la salvación colectiva son términos abordados individualmente.

Aprende a pararte sobre tus propios pies y no sobre los pies de un grupo. Debes liberarte, y la única forma de hacerlo es despertar al Cristo en ti que está profundamente dormido.

Piensa nobles pensamientos basados ​​en nobles conceptos y ellos pagarán grandes dividendos, porque te levantarás en la conciencia y transformarás tu mundo. Date a ti mismo el pan de cada día dándote la oportunidad de recordar quién eres. Nunca envidies la buena fortuna de otro, simplemente aprópiate de la tuya.  

“Se transformado por la renovación de tu mente” cambiando las ideas plantadas allí, ya que no puedes cambiar tu pensamiento hasta que cambies las ideas de las que fluyen tus pensamientos.


“El Uso Creativo de la Imaginación”

Editado por Margaret Broome / Traducido por Marcela Allen Herrera


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