Neville Goddard

en Español

Tu Destino

El amor es el único poder verdadero y tu poder es en proporción a tu amor. Cuando las Escrituras hablan de los violentos tomando el reino por asalto, no se refiere a personajes violentos, sino al poder del amor que da la fuerza necesaria para elevarse a un nivel superior de conciencia.

No hay un destino final porque, entendida psicológicamente, la vida es eterna. Es el apaciguamiento del hambre cuya fuerza principal es el deseo. El individuo se eleva sobre por el impulso de su deseo, con cada nivel de la línea vertical de la cruz en su interior tan organizado que lo elevará, a través del deseo, a los niveles más altos de sí mismo.

Como todos los verdaderos maestros, yo enseño el arte de la superación de la violencia que caracteriza el nivel actual del ser en la humanidad. En muchos sentidos, hemos avanzado mucho más que nuestros antepasados, pero nos hemos mantenido tan violentos como ellos. Es mi deseo para ti, que rompas tu naturaleza violenta y negativa. Porque si lo haces, te elevarás en la conciencia y encontrarás tu destino esperando por ti. Cada momento en el tiempo se te ofrece la oportunidad de probar tu capacidad para superar la violencia. ¿Cómo? Asumiendo que la conciencia es la única realidad y que nada tiene realidad excepto la conciencia que tienes de ella. En esa asunción, encontrarás la única causa de los fenómenos de la vida.

Tus reacciones a la vida te definen y mientras permanezcan como están, tu vida será la misma. Tu mundo no es más que una proyección de tu estado de conciencia. La conciencia es la única sustancia y la única causa de los fenómenos de la vida; por lo tanto, es imposible que ocurra un cambio mientras no haya un cambio en la conciencia.

Todo lo que consientes, ya sea bueno, malo o indiferente, se proyecta en tu mundo a través de tu “Yo” de la conciencia. Si la seguridad es tu objetivo, debes establecer una conciencia de seguridad tan fuerte, que puedas sentir y decir dentro de ti mismo, “Yo soy seguro.”

Tú eres libre de dar tu consentimiento a la violencia y las quejas o a la seguridad y la tranquilidad. Lo que sea que consientas al hacerse consciente de ello, será suyo. Tu objetivo está siempre justo por encima del estado donde estás ahora.

Durante el día, pregúntate si eres consciente de tu objetivo, y sabrás cuán cerca o lejos estás de el. Si no eres consciente de estar seguro en ese momento, afirma que lo estás. Persiste y tal vez mañana, mientras observas tu día, encontrarás que la conciencia se hace cada vez más fuerte.

Aprende a pararte solo afirmando: “Yo Soy el que Soy porque soy consciente de serlo.” Deja de mirar a los demás y empieza a observar tus reacciones a su comportamiento. Vuélvete hacia dentro y cambia tu naturaleza violenta por una de amor. Haz esto y vas a subir por la escalera de la vida y alcanzarás tu destino. Es imposible encarnar un nuevo nivel de pensamiento a través de los esfuerzos de otros. La roca sobre la cual debes pararte, es la conciencia. Todos los demás suelos, son arena movediza.

Es el colmo de la locura esperar encarnar un nuevo concepto saliendo del proceso evolutivo. Lo que estás buscando debe ser encarnado antes de que pueda hacerse visible.

Hay una gran diferencia entre conocer algo mentalmente y conocerlo espiritualmente. Yo te puedo enseñar la ley de la idéntica cosecha. Tú puedes leer cómo aplicar la ley a través de mis libros y mentalmente conocer los pasos necesarios para tener riqueza, pero nunca conocerás la riqueza, espiritualmente, hasta que conscientemente digas dentro de ti mismo: “Yo soy rico.” Un hombre está enfermo, porque es consciente de estarlo. Deja que el enfermo diga, “Yo estoy bien,” al hambriento decir, “estoy satisfecho” y al hombre atormentado decir, “estoy en paz”, y su conciencia correcta producirá aquello que son conscientes de ser. Si quieres saber qué es el amor, debes volverte amoroso, porque no se puede conocer nada hasta que eres eso.  

Yo estoy enseñando el arte de Ser; el arte de conocer espiritualmente un estado. En el libro de Joel, se nos dice, “Deja que el hombre débil diga: Yo soy fuerte”. Esto aplica, no sólo para el cuerpo físico, sino a todas las facetas de tu ser. Busca conocer espiritualmente tu deseo, porque sólo cuando el espíritu siente la naturalidad del deseo se proyectará en tu mundo exterior. Siempre recuerda, nunca experimentarás lo que te niegas a afirmar como verdad de ti mismo.

¡Despierta! Hazte cada vez más consciente de lo que está ocurriendo dentro tuyo. Levanta tu cruz y, sin voltear hacia la izquierda ni hacia la derecha para pedir a otro, vuélvete hacia tu interior y conscientemente reclama tu objetivo, y luego observa cómo se materializa en un hecho.

Si no aplicas mis palabras, te quedarás justo donde estás, porque debes ser un hacedor para ser bendecido con tus obras. El deseo es la identidad oculta, porque ya eres lo que quieres ser. “Nunca me habrías buscado, si no me hubieras encontrado ya.” El nivel del ser que buscas se puede encontrar cambiando tus reacciones a la vida conforme al nivel que deseas expresar. No es necesario usar presión, mover los hilos o pedirle a alguien que te ayude.

Todo lo que necesitas hacer es cambiar tu actitud. Después de definir claramente tu objetivo, sinceramente observa tus conversaciones internas y tus reacciones con respecto a ellas. Cuando disciplinas tus pensamientos y tus reacciones, tu “Yo” te elevará a tu nivel superior y cumplirás tu objetivo.

Tu prójimo no debe ser condenado, sino despertado. Esto se hace despertando uno mismo. A medida que te elevas en la conciencia, tomas a todas las personas contigo. Piensa en tu maravillosa imaginación humana como la línea vertical de la cruz, ilimitada, con el tiempo como la sección transversal. Tú eres libre de ascender (o levantar) la cruz, pero no puedes elevarte hasta que niegue tus limitaciones. El cristianismo es una forma de vida. Con tus ojos mentales bien abiertos, adopta el cristianismo, haciéndote consciente de lo que es.

Si no te gusta lo que estás encontrando en la vida, reordena tus pensamientos, cambiando tu conciencia. Forma el estado que deseas y ocúpalo en tu mente. Así es como te transformas a ti mismo. A medida que das paso al estado deseado, observa tu mundo. Se transformará en el ideal sostenido en la conciencia.

Dónde tú estás parado, el suelo es santo, porque tú eres el templo del Dios viviente. Limpia tu mente de los árboles del pensamiento tradicional. Vuélvete puro de corazón y verás que la conciencia es todo y todo es conciencia. Descubrirás que el estado que eres consciente de ser, es el estado que se manifiesta. No importa cómo el razonamiento justifique los actos de violencia, no los aceptes. Si lo haces, tú contribuyes al estado y es un estado que no deseas experimentar.

Se cuenta la historia de Jesús entrando en el templo y expulsando a los comerciantes y cambistas diciendo: “Mi casa será llamada casa de oración, pero ustedes la han hecho una cueva de ladrones.” Este no es un templo material. Tú eres el templo del Dios viviente y la Biblia es tu biografía. Los ladrones se han apoderado de tu casa de oración colocando allí valores falsos. Expulsa de tu mente todas las creencias de causas externas y restablece el único valor verdadero de la conciencia, el único poder verdadero del amor.


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