“El segundo hombre es el Señor del cielo” – 1 Corintios 15: 47
“Él nunca dirá orugas. Él dirá “Hay muchas mariposas por nacer – en nuestros vegetales, Prue”. Él no dirá “Es invierno”. Él dirá, “El verano está durmiendo”. Y no hay capullo demasiado pequeño, ni demasiado descolorido para Kester para no llamarlo los comienzos del estallido” – Mary Webb, Precioso Bane
El primer acto de corrección o cura es siempre “revisar”. Uno debe comenzar con uno mismo. Es la actitud de uno lo que se debe cambiar.
“Lo que somos, sólo eso podemos ver”. – Emerson
Es un ejercicio muy saludable y productivo diariamente revivir el día como desearías haberlo vivido, revisando las escenas para que se ajusten a tus ideales. Por ejemplo, supongamos que el correo de hoy trajo decepcionantes noticias. Revisa la carta. Reescríbela mentalmente y hazla conforme a las noticias que desearías haber recibido. Luego, en la imaginación, lee la carta revisada una y otra vez. Esta es la esencia de la revisión, y la revisión resulta en revocación.
El único requisito es estimular tu atención de una manera y con tal intensidad que quedes completamente absorto en la acción revisada. Tú experimentarás una expansión y refinamiento de los sentidos por este ejercicio imaginativo y eventualmente alcanzarás visión. Pero recuerda siempre que el propósito final de este ejercicio es crear en ti “El espíritu de Jesús”, que es continuo perdón de pecados.
La revisión es de gran importancia cuando el objetivo es cambiarse a uno mismo, cuando hay un sincero deseo de ser algo diferente, cuando el anhelo es despertar el espíritu activo ideal del perdón. Sin imaginación, el hombre permanece siendo un ser de pecado. El hombre o bien avanza hacia la imaginación o permanece prisionero de sus sentidos. Ir hacia la imaginación es perdonar. El perdón es la vida de la imaginación. El arte de vivir en el arte del perdón. El perdón es, de hecho, experimentar en la imaginación la versión revisada del día, experimentar en la imaginación aquello que desearías haber experimentado en la carne. Cada vez que uno realmente perdona – es decir, cada vez que uno revive el evento como debería haber sido vivido – uno nace de nuevo.
“Padre, perdónalos” no es la súplica que viene una vez al año, sino la oportunidad que viene cada día. La idea del perdón es una posibilidad diaria, y si es hecha sinceramente, elevará al hombre hacia niveles del ser cada vez más altos. El experimentará la Pascua diaria, y Pascua es la idea de elevarse transformado. Y eso debería ser casi un proceso continuo.
Libertad y perdón están indisolublemente conectados. No perdonar es estar en guerra con uno mismo, porque somos libres de acuerdo a nuestra capacidad de perdonar. “Perdonen y serán perdonados” – Lucas 6: 37
Perdona, no simplemente desde un sentido de deber o servicio; perdona porque quieres.
“Sus caminos son caminos agradables y todas sus veredas son paz”. – Proverbios 3: 17
Debes sentir placer en la revisión. Puedes efectivamente perdonar a otros sólo cuando tienes un sincero deseo de identificarlos con su ideal. El deber no tiene impulso. El perdón es una cuestión de deliberadamente sacar la atención del día sin revisar y darle alegremente total poder al día revisado. Si un hombre comienza a corregir hasta las más pequeñas ofensas y problemas del día, entonces el comenzará a trabajar prácticamente en él mismo. Cada corrección es una victoria sobre sí mismo y por lo tanto, una victoria sobre su enemigo.
“Los enemigos del hombre serán los de su propia casa”. – Mateo 10: 36
Y su casa es su estado mental. Él cambia su futuro cuando revisa su día.
Cuando un hombre practica el arte del perdón, de la revisión, por más realista que sea la escena en la que descansa su vista, él la revisa con su imaginación y observa una nunca antes presenciada. La magnitud del cambio que involucra todo acto de revisión, hace que tales cambios parezcan divinamente improbables para el realista- el hombre no imaginativo; pero los cambios radicales en las fortunas del hijo Pródigo fueron todos producidos por un “cambio de corazón”.
La batalla en la que el hombre pelea, es peleada en su propia imaginación. El hombre que no revisa el día ha perdido la visión de esa vida, la cual es el verdadero trabajo del “Espíritu de Jesús” para transformar esta vida.
“Todas las cosas que quieran que los hombres hagan con ustedes, así también hagan ustedes con ellos: porque esto es la ley”. – Mateo 7: 12.
Esta es la forma en que una amiga artista se perdonó a sí misma y fue liberada de dolor, molestia y hostilidad. Sabiendo que sólo el perdón y el olvido nos traerán nuevos valores, ella se entregó a su imaginación y escapó de la prisión de los sentidos. Ella escribe:
“El Jueves, enseñé todo el día en la escuela de arte. Sólo una pequeña cosa arruinó el día. Llegando a mi clase de la tarde, descubrí que el aseador había dejado todas las sillas arriba de los escritorios luego de haber limpiado el piso. Al bajar una de las sillas, se me soltó de las manos y me dio un fuerte golpe en el empeine del pie derecho. Inmediatamente examiné mis pensamientos y me di cuenta que había criticado al hombre por no hacer su trabajo como corresponde. Ya que él había perdido a su ayudante, me di cuenta que él probablemente sentía que había hecho más que suficiente, y fue un regalo no deseado que había rebotado y pegado en mi pie. Al mirar mi pie, vi que ambas, mi piel y mis medias estaban intactas, así que me olvidé de todo el asunto.”
“Esa noche, luego de haber estado trabajando intensamente por alrededor de tres horas en un dibujo, decidí prepárame un café. Para mi completo asombro, no podía controlar mi pie derecho y estaba hinchado con dolor. Salté hacia una silla y me saqué la pantufla para mirarlo. El pie entero estaba de un extraño color rosa- purpura, inflamado sin forma y muy caliente. Traté de caminar y me di cuenta que temblaba. No tenía control alguno sobre el. Parecía una de dos cosas: o me rompí un hueso cuando solté la silla, o podía haber algo dislocado.
“No sirve de nada especular. Mejor solucionarlo lo antes posible”. Entonces me quede tranquila, lista para fundirme en la luz. Para mi completo asombro, mi imaginación se rehusaba a cooperar. Solo decía ‘No’. Esta clase de cosas suelen suceder cuando estoy pintando. Comencé a debatir ‘¿Por qué no?’. Seguía diciendo ‘No’. Finalmente, renuncié y dije – ‘Sabes que estoy con dolor. Estoy tratando con mucho esfuerzo no asustarme, pero tú eres el jefe. ¿Qué quieres hacer?’ La respuesta: ‘Ve a la cama y revisa los eventos del día.’ Entonces dije: – ‘Esta bien. Pero déjame decirte que, si mi pie no está perfecto mañana en la mañana, tienes que culparte solo a ti.’
“Luego de arreglar la ropa de cama para que no tocara mi pie, comencé a revisar el día. Fue lento, ya que tenía dificultad para mantener la atención fuera de mi pie. Fui a través de todo el día, no vi nada para agregar al incidente de la silla. Pero cuando llegué al atardecer, me encontré cara a cara con un hombre quien desde hace un año había decidido no hablarme. La primera vez que esto pasó, pensé que se había quedado sordo. Yo lo conocía desde la época de la escuela, pero nunca habíamos hecho más que decirnos ‘hola’ y comentar sobre el clima. Amigos en común me habían asegurado que yo no había hecho nada, que él dijo que yo nunca le había caído bien y finalmente decidió que no valía la pena hablarme. Yo le había dicho ‘¡Hola!’ Él no respondió. Descubrí que yo había pensado ‘Pobre hombre – que estado horrible en el que está. Debería hacer algo sobre esta ridícula situación’. Entonces, en mi imaginación, me detuve ahí mismo y re-hice la escena. Le dije ‘¡Hola!’ él respondió ‘¡Hola!’ y sonrió. Y ahora pensé ‘El buen viejo Ed’. Repetí la escena un par de veces y continúe con los siguientes incidentes hasta terminar el día.
“¿Y ahora qué – hacemos mi pie o el concierto?” Había estado preparando y envolviendo un hermoso regalo de coraje y éxito para una amiga que estaba por hacer su debut al siguiente día y estaba ansiosa en dárselo esa noche. Mi imaginación sonó un poco solemne cuando me dijo ‘Hagamos el concierto. Será más divertido.’ ‘Pero primero ¿no podríamos tomar mi pie imaginario perfectamente sano y reemplazarlo por el físico antes de que empecemos?’. ‘Con todo gusto’. “Hecho eso, tuve un hermoso momento en el concierto y mi amiga tuvo una tremenda ovación.
“Para ese momento ya estaba muy, muy somnolienta y me quede dormida haciendo mi proyecto. A la mañana siguiente, mientras me ponía la pantufla, de repente recordé la imagen de haber sacado un pie descolorido e inflamado de la misma pantufla. Saqué mi pie y lo miré. Estaba perfectamente normal en todo aspecto. Había un pequeño punto rosa en el empeine donde recordaba que había sido golpeada con la silla. ‘¡Que sueño más vívido fue ese!” – pensé – y luego me vestí. Mientras esperaba mi café, me acerqué hacia mi mesa de dibujo y vi que todos mis pinceles estaban dispersos y sin lavar. ‘¿Que te ha poseído para dejar tus pinceles así?’ ‘¿No te acuerdas? Fue por tu pie.’ Entonces no había sido un sueño después de todo, sino una hermosa sanación.”
Ella había ganado por el arte de la revisión lo que nunca podría haber ganado por fuerza.
En el Cielo, el único Arte de Vivir es Olvidar y Perdonar Especialmente a la Mujer. – Blake.
Debemos tomar nuestra vida, no como aparenta ser, sino desde la visión de este artista, desde la visión del mundo perfecto que está enterrado en todas nuestras mentes – enterrado y esperando a que nosotros revisemos el día.
Somos llevados a creer una mentira cuando miramos con los ojos y no a través de ellos. – Blake
Una revisión del día y lo que ella sostenía tan tenazmente como real, ya no lo fue más para ella y, como en un sueño, silenciosamente se desvaneció.
Tú puedes revisar el día para disfrutarlo y al experimentar en la imaginación, las palabras y las acciones revisadas no sólo modifican la tendencia de la historia de tu vida, sino que también convierten todas las discordias en armonías. Aquel que descubre el secreto de la revisión no puede hacer otra cosa más que ser guiado por el amor. Tu efectividad aumentará con la práctica. La revisión es la manera por la cual lo correcto puede encontrar su apropiado poder. “No resistan al mal”, ya que todos los conflictos pasionales resultan en un intercambio de características.
“A aquel, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, para él es pecado”. – Santiago 4: 17
Para conocer la verdad, debes vivir la verdad, y para vivir la verdad, tus acciones internas deben coincidir con las acciones de tu deseo cumplido. Expectativa y deseo deben convertirse en uno. Tu mundo externo es tan sólo movimiento interno actualizado. Por ignorancia de la ley de la revisión, aquellos que toman la guerra son perpetuamente derrotados.
Sólo conceptos que idealizan representan la verdad.
Tu ideal del hombre es su más verdadero ser. Es porque creo firmemente que, lo que es más profundamente imaginativo es, en realidad, más directamente práctico, que te pido que vivas imaginativamente y que pienses dentro, y personalmente te apropies del trascendental dicho: “Cristo en ti, la esperanza de gloria”. No culpes; sólo resuelve. No es lo más amoroso del hombre y la tierra lo que hace el paraíso, sino tú practicando el arte de la revisión. La evidencia de esta verdad, puede estar sólo en tu propia experiencia de ella. Trata de revisar el día. Es a las tijeras de podar de la revisión a las que les debemos nuestro mejor fruto.