La asunción del deseo cumplido es el barco que te lleva a través de los mares desconocidos hacia el cumplimiento de tu sueño. La asunción es todo; la realización es inconsciente y sin esfuerzo. “Asume una virtud si no la tienes”. [Hamlet- William Shakespeare]
Actúa en la asunción de que ya posees aquello que buscas.
“Bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor”. [Lucas 1:45]
Como la Inmaculada Concepción es el fundamento del misterio cristiano, así la asunción es su corona. Psicológicamente, la Inmaculada Concepción significa el nacimiento de una idea en tu conciencia, sin ayuda de otro. Por ejemplo, cuando tienes un deseo específico o necesidad o anhelo, es una inmaculada concepción en el sentido de que no fue una persona física o una cosa que la plantó en tu mente. Fue autoconcebida. Cada persona es María de la Inmaculada Concepción y debe darle nacimiento a su idea.
La asunción es la corona de los misterios porque es el uso más elevado de la conciencia. Cuando en la imaginación asumes el sentimiento del deseo cumplido, tú eres mentalmente elevado a un nivel más alto.
Cuando, a través de tu persistencia, esta asunción se convierte en hecho, tú te encuentras automáticamente en un nivel más alto (es decir, tú has obtenido tu deseo) en tu mundo objetivo.
Tu asunción guía tan inevitablemente todos tus movimientos conscientes e inconscientes hacia el final sugerido, que realmente dicta los acontecimientos.
El drama de la vida es uno psicológico y todo está escrito y producido por tus asunciones.
Aprende el arte de la asunción, ya que sólo de esta manera puedes crear tu propia felicidad.