“Oh, deja que tu fuerte imaginación gire hacia atrás la gran rueda, hasta que Troya quede sin quemar”.
“Toda la vida es, a lo largo de los siglos, nada más que la continua solución de un continuo problema sintético “- H. G. Wells
El estado perfectamente estable o estático es siempre inalcanzable. El fin alcanzado objetivamente siempre realiza más que el fin que el individuo originalmente tenía en vista. Esto, a su vez, crea una nueva situación de conflicto interno, que necesita soluciones novedosas para empujarlo por el camino de la evolución creativa. “Su toque es infinito y da un lugar para todos los fines”. Los eventos de hoy están destinados a perturbar el orden establecido de ayer. La imaginación creativamente activa invariablemente perturba una paz mental preexistente.
Puede surgir la pregunta, ¿cómo podríamos cambiar los que parecen ser hechos inalterables del pasado, imaginando a los demás siendo mejores de lo que realmente son, o mentalmente reescribiendo una carta para que se ajuste a nuestro deseo, o modificando la escena de un accidente, la entrevista con el empleador, etc.? Pero recuerda mi afirmación sobre la imaginación: La imaginación crea la Realidad. Lo que hace, puede deshacer. No es solo conservativa, construyendo una vida a partir de imágenes suministradas por la memoria, sino que además es creativamente transformadora, alterando un tema ya existente en el ser.
La parábola del mayordomo injusto nos da la respuesta a esta pregunta. Podemos alterar nuestro mundo mediante una cierta práctica imaginaria “ilegal”; mediante una falsificación mental de los hechos, es decir, mediante una cierta alteración imaginaria intencional de lo que hemos experimentado. Todo esto se hace en la propia imaginación. Esto es una forma de falsificación que no solo no se condena, sino que en realidad se aprueba en la enseñanza del evangelio. Por medio de tal falsificación, el individuo destruye las causas del mal y adquiere amigos y en la fuerza de esta revisión – a juzgar por los grandes elogios que el mayordomo injusto recibió de su maestro- demuestra que él merece confianza.
Ya que la imaginación crea la realidad, podemos llevar la revisión al extremo y revisar una escena que, de otra manera, sería imperdonable. Aprendemos a distinguir entre el individuo – quién es todo imaginación – y aquellos estados en los cuales puede entrar. Un mayordomo injusto, mirando la angustia de otro, representará para sí mismo al otro como debería ser visto. Si él mismo estuviera en necesidad, entraría en su sueño en su imaginación e imaginaría lo que vería, cómo se verían las cosas y cómo actuaría la gente, las cosas como deberían ser. Entonces, en este estado, se quedaría dormido, sintiendo lo que esperaría sentirse en tales circunstancias.
Ojalá todo el pueblo del Señor fuera un mayordomo injusto, falsificando mentalmente los hechos de la vida, para liberar a los individuos para siempre. Porque el cambio imaginario avanza, hasta que finalmente el patrón alterado se realiza en las alturas del logro. Nuestro futuro es nuestra actividad imaginaria en su marcha creativa. Imagina mejor que lo mejor que sabes.
Revisar el pasado es reconstruirlo con nuevo contenido. Las personas debieran revivir diariamente el día como desearían haberlo vivido, revisando las escenas para que se ajusten a sus ideales. Por ejemplo, supongamos que el correo de hoy trajo noticias decepcionantes. Revisa la carta. Mentalmente, reescríbela y ajústala a las noticias que desearías haber recibido. Luego, en la imaginación, lee la carta revisada una y otra vez y esto despertará la sensación de naturalidad; y los actos imaginarios se convierten en hechos tan pronto como nos sentimos naturales en el acto. Esta es la esencia de la revisión, y revisión es revocación. Esto es exactamente lo que F.B. hizo:
“A finales de julio, le escribí a un agente de bienes raíces porque deseaba vender un terreno que había sido una carga financiera para mí. Su respuesta negativa enumeraba todas las razones por las cuales las ventas estaban estancadas en esa área y pronosticaba un sombrío período de espera hasta el próximo año.
Recibí su carta un martes y, en mi imaginación, la reescribí con palabras que indicaban que el agente estaba ansioso por tomar mi anuncio. Una y otra vez leí esta carta revisada y extendí mi drama imaginario utilizando tu tema de los ‘Cuatro Poderosos’ de nuestra imaginación – de tu libro ‘Tiempo de siembra y cosecha’ – el productor, el autor, el director y el actor.
En mi escena imaginaria como Productor, sugerí el tema: ‘El terreno es vendido obteniendo ganancias’. Como Autor escribí esta simple escena que, para mí, implicaba el cumplimiento: De pie en la oficina de bienes raíces, extendí mi mano al agente y le dije: ‘Gracias, señor’ y él respondió: ‘Fue un placer hacer negocios con usted’. Como director, ensayé yo mismo como Actor hasta que la escena fue vívidamente real y sentí el alivio que sería mío si la carga realmente fuera levantada.
Tres días después, el agente, al cual escribí originalmente, me llamó por teléfono diciéndome que tenía un depósito para mi terreno al precio que yo había especificado. Al día siguiente firmé los papeles en su despacho, extendí mi mano y dije: ‘Gracias, señor’. El agente respondió: ‘Fue un placer hacer negocios con usted’.
Cinco días después de haber construido y representado una escena imaginaria, se convirtió en una realidad física y fue actuada palabra por palabra tal como la había escuchado en mi imaginación. El sentimiento de alivio y alegría llegó, no tanto por vender la propiedad, sino por la prueba indiscutible de que mi drama imaginado funcionó” … F.B.
Si el objeto obtenido fuera todo, ¡qué inútil sería! Sin embargo, F.B. descubrió un poder en su interior que puede crear conscientemente las circunstancias. Al falsificar mentalmente los hechos de la vida, el individuo pasa de la reacción pasiva a la creación activa; esto rompe la rueda de la recurrencia y construye un futuro que aumenta acumulativamente. Si él no siempre crea en el sentido completo de la palabra, es porque es no es fiel a su visión, o porque piensa en lo que quiere, en lugar de hacerlo desde su deseo cumplido.
El individuo es una síntesis tan extraordinaria, parcialmente atado por sus sentidos y parcialmente libre para soñar que sus conflictos internos son perennes. El estado de conflicto en el individuo es expresado en la sociedad.
La vida es una aventura romántica. Vivir creativamente, siempre imaginando soluciones novedosas a problemas cada vez más complejos, es mucho más noble que restringir o eliminar el deseo. Todo lo que es deseado, se puede imaginar en existencia.
“¿Quieres estar en un sueño y, sin embargo, no dormido?” Intenta revisar tu día todas las noches antes de dormirte. Intenta visualizar claramente y entrar en la escena revisada que sería la solución imaginaria de tu problema. La estructura imaginaria revisada puede tener una gran influencia en los demás, pero eso no te concierne.
El “otro” influenciado en la siguiente historia, está profundamente agradecido por esa influencia. L. S. E. escribe:
«En agosto pasado, en una “cita a ciegas”, conocí al hombre con el que quería casarme. A veces sucede esto, y me pasó a mí. Era todo lo que había pensado que quería en un esposo. Dos días después de esa encantadora tarde, tuve que cambiar mi lugar de residencia por motivos de trabajo, y esa misma semana el amigo en común, quien me había presentado a este hombre, se mudó de la ciudad. Me di cuenta de que el hombre que había conocido probablemente no sabía mi nueva dirección y, francamente, no estaba segura de que supiera mi nombre.
Después de tu última conferencia, hablé contigo sobre esta situación. Aunque tuve muchas otras citas no pude olvidar a este hombre. Tu conferencia se basó en revisar nuestro día; y después de hablar contigo, decidí revisar mi día, todos los días. Antes de irme a dormir esa noche, sentí que estaba en una cama diferente, en mi propia casa, como una mujer casada y no como una joven trabajadora, compartiendo un apartamento con otras tres chicas. Gire un anillo de boda imaginario en mi mano izquierda imaginaria, diciéndome a mí misma, una y otra vez: “¡Esto es maravilloso! ¡Realmente soy la señora J.E.!” y me dormí en lo que, un momento antes, era un sueño despierto.
Repetí esta escena imaginaria durante un mes, noche tras noche. La primera semana de octubre él me “encontró”. En nuestra segunda cita, supe que mis sueños estaban dispuestos correctamente. Tu enseñanza nos dice que vivamos en el final de nuestro deseo hasta que ese deseo se convierta en “hecho”. Aunque no sabía lo que él sentía hacia mí, noche tras noche, continué viviendo en el sentimiento de mi sueño realizado.
¿El resultado? En noviembre me propuso matrimonio. En enero anunciamos nuestro compromiso y en mayo nos casamos. Sin embargo, la parte más bonita de todo esto es que yo soy más feliz de lo que jamás soñé que era posible; y en mi corazón sé que él también lo es» … Sra. J.E.
Usando radicalmente su imaginación, en lugar de hacerlo conservativamente, construyendo su mundo a partir de puros sueños de fantasía, en lugar de utilizar imágenes proporcionadas por la memoria, ella produjo el cumplimiento de su sueño. El sentido común habría utilizado imágenes suministradas por su memoria, perpetuando así el hecho de la carencia en su vida.
La imaginación creó lo que ella deseaba de un sueño de fantasía. Todos deben vivir completamente en el nivel de la imaginación, y debe ser tomada conscientemente y deliberadamente. Si nuestro tiempo de revisión está bien aprovechado no debemos preocuparnos por los resultados: nuestros más preciados anhelos se harán realidad.
“¿Tierra, eres real? ¿Soy yo? ¿En qué sueño existimos? …”
No hay permanencia inevitable en nada. Tanto el pasado como el presente continúan existiendo solo porque son sostenidos por la “Imaginación” en un nivel u otro; y una transformación radical de la vida siempre es posible si se revisa la parte indeseable.
En su carta, el Sr. R.S. Cuestiona este tema de influencia:
«Durante tu actual serie de conferencias, se presentaron algunos problemas con la recolección en uno de mis contratos de fideicomiso. La seguridad, la casa y el terreno fueron descuidados y deteriorados. Aparentemente, los propietarios gastaban su dinero en bares, mientras que sus dos niñas pequeñas, de nueve y once años, estaban notablemente descuidadas. Sin embargo, olvidando las apariencias, comencé a revisar la situación. En mi imaginación conduje a mi esposa, pasamos por la propiedad y le dije: “¿No es hermoso el jardín? Es tan limpio y bien cuidado. Estas personas realmente muestran amor por su hogar. Esta es una escritura de fideicomiso de la cual nunca tendremos que preocuparnos”. En mi imaginación yo vi la casa y el terreno como quería verlos, un lugar tan encantador que me daba un cálido resplandor de placer. Cada vez que el pensamiento de esta propiedad venía a mí, yo repetía mi escena imaginaria.
Después de haber practicado esta revisión durante algún tiempo, la mujer que vivía en la casa tuvo un accidente automovilístico; mientras ella estaba en el hospital, su marido desapareció. Los niños fueron atendidos por vecinos, y yo tuve la intención de visitar a la madre en el hospital para ofrecerle ayuda si era necesario. Pero ¿cómo podría, cuando mi escena imaginaria implicaba que ella y su familia eran felices, exitosos y obviamente complacidos? Así que no hice nada más que mi revisión diaria. Un poco después, al salir del hospital, la mujer y sus dos hijas también desaparecieron. Los pagos fueron enviados a la propiedad y unos meses más tarde ella reapareció con un certificado de boda y un nuevo marido. En el momento que escribo esto, todos los pagos están al día. Las dos niñas obviamente están felices y bien cuidadas, y los dueños agregaron una habitación a la propiedad dando seguridad adicional a nuestra escritura de fideicomiso.
Fue muy agradable resolver mi problema sin amenazas, palabras desagradables, desalojo o preocupación por las niñas pequeñas; pero ¿hubo algo en mi imaginación que envió a esa mujer al hospital?» … R.S.
Cualquier actividad imaginaria que adquiere intensidad, a través de nuestra atención concentrada, en la claridad del final deseado, tiende a desbordarse hacia regiones más allá de donde estamos; pero debemos dejar que ella misma se ocupe de tal actividad imaginaria. Es maravillosamente ingeniosa para adaptar y ajustar los medios para realizarse. Una vez que pensamos en términos de influencia en lugar de la claridad del final deseado, el esfuerzo de la imaginación se convierte en un esfuerzo de la voluntad y el gran arte de imaginar se transforma en tiranía.
Por lo general, el pasado enterrado yace más profundo de lo que nuestra mente superficial puede sondear. Pero afortunadamente para esta señora, ella recordó y demostró que el pasado “hecho” también puede ser “deshecho” a través de la revisión:
«Durante treinta y nueve años había tenido problemas de espalda. El dolor aumentaba o disminuía, pero nunca se iba del todo. La condición había progresado hasta el punto en que debía utilizar tratamiento médico casi constantemente; el doctor ponía la cadera correctamente, por un momento, pero el dolor simplemente no desaparecería. Una noche te escuché hablar sobre la revisión y me pregunté si una condición de casi cuarenta años podría ser revisada. Recordé que a la edad de tres o cuatro años había caído de espalda de un columpio muy alto y había estado bastante enferma, en ese momento, debido a una grave lesión en la cadera. Desde entonces, nunca había estado completamente libre de dolor y en vano había pagado muchos dólares para aliviar la condición.
Este año, durante el mes de agosto, el dolor se había vuelto más intenso y una noche decidí ponerme a prueba y tratar de revisar ese ‘antiguo’ accidente que, la mayor parte de mi vida adulta, había sido la causa de tanta aflicción – en dolor y costosos honorarios médicos. Pasaron muchas noches antes de que pudiera “sentirme” de nuevo en la edad del juego infantil. Pero lo logré. Una noche realmente me “sentí” en ese columpio sintiendo el viento cuando el columpio subía cada vez más alto. A medida que el columpio comenzaba a detenerse, salté hacia adelante, pisando sólidamente y fácilmente sobre mis pies. En la acción imaginaria corrí hacia mi madre e insistí en que viniera a ver lo que yo podía hacer. Lo hice de nuevo, saltando desde el columpio y pisando con seguridad en mis dos pies. Repetí este acto imaginario una y otra vez, hasta que me dormí haciéndolo.
En dos días el dolor en mi espalda y cadera comenzó a disminuir y en dos meses el dolor ya no existía para mí. Una condición que me había atormentado durante más de treinta y nueve años y cuyo intento de curación me había costado una pequeña fortuna, ya no existía» L.H.
Nuestros mejores frutos se los debemos a las tijeras de podar de la revisión. El individuo y su pasado son una estructura continua. Esta estructura contiene todo el pasado que ha sido conservado y todavía opera por debajo del umbral de sus sentidos para influir en el presente y el futuro de su vida. El todo lleva consigo todo su contenido; cualquier alteración del contenido resultará en una alteración en el presente y en el futuro. El primer acto de corrección o cura es siempre “revisar”. Si el pasado puede ser recreado en el presente, también el pasado puede ser revisado. Y así, el pasado revisado apareció en el corazón mismo de su vida presente; no el destino, sino un pasado revisado fue lo que le trajo buena fortuna.
Haz que los resultados y el logro sean la prueba crucial de la verdadera imaginación, entonces tu confianza en el poder de la imaginación para crear la realidad crecerá gradualmente a partir de tus experimentos de revisión confrontados por la experiencia. Solo mediante este proceso de experimentación puedes darte cuenta del potencial poder de tu imaginación despierta y controlada.
“¿Cuánto le debes a mi amo?” Él dijo: “Cien barriles de aceite”. Y le dijo: “Toma tu cuenta y enseguida siéntate y anota cincuenta” (Lucas 16:5-6).
Esta parábola del mayordomo infiel nos insta a falsificar mentalmente los hechos de la vida, a alterar un tema ya existente. Por medio de tales falsificaciones una persona “adquiere amigos”. Al acabar cada día, revisa mentalmente los hechos de la vida y haz que se ajusten bien a los acontecimientos dignos de recordar; mañana retomará el patrón alterado y avanzará hasta que al final se realice en las alturas del logro.
El lector se dará cuenta que vale la pena seguir estas pistas: la construcción imaginaria de escenas que implican el deseo cumplido y la participación imaginativa en estas escenas hasta alcanzar los tonos de realidad. Estamos tratando con el secreto de la imaginación, en el cual se ve al individuo despertar en un mundo completamente sujeto a su poder imaginativo.
El individuo puede entender bastante bien la recurrencia de los eventos (la construcción de un mundo a partir de imágenes suministradas por la memoria) las cosas siguen siendo como son. Esto le da un sentido de seguridad en la estabilidad de las cosas. Sin embargo, la presencia dentro de él de un poder que despierta y se convierte en lo que quiere, cambiando radicalmente su forma, su entorno y las circunstancias de vida, le infunde un sentimiento de inseguridad, un miedo terrible del futuro.
Ahora, es hora de despertar y poner fin a todas las desagradables creaciones del ser dormido. Revisa cada día. “Deja que tu fuerte imaginación gire hacia atrás la gran rueda hasta que Troya quede sin quemar”.