“No por el poder ni por la fuerza, sino por mi espíritu” – dice el Señor de los ejércitos.
(Zacarias 4:6)
Entra en el espíritu del estado deseado asumiendo el sentimiento que sería tuyo si ya fueras quien quieres ser. Al capturar el sentimiento del estado deseado te liberas de todo el esfuerzo de hacerlo, porque ya es así. Hay un sentimiento definido asociado con cada idea en la mente. Captura el sentimiento asociado con tu deseo realizado, asumiendo el sentimiento que sería tuyo si ya estuvieras en posesión de aquello que deseas y tu deseo se manifestará.
La fe es sentimiento. “Conforme a tu fe (sentimiento) te sea hecho”. (Mateo 9:29)
Nunca atraes aquello que deseas, sino siempre aquello que eres. Como una persona es, así ve ella.
“Porque al que tiene, se le dará más y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”. (Mateo 13:12; 25:29; Marco 4:25; Lucas 8:18; 19:26)
Aquello que tú sientes que eres, eso eres, y te es dado aquello que eres. Entonces, asume el sentimiento que sería tuyo si ya estuvieras en posesión de tu deseo, y tu deseo debe realizarse.
“Entonces Dios creó al hombre en su imagen, en la imagen de Dios lo creó” (Génesis 1:27)
“Deja que esta mente esté en ti, la cual también estaba en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse” (Filipenses 2:5,6)
Eres aquello que crees ser. En lugar de creer en Dios o en Jesús, cree que eres Dios o que eres Jesús.
“El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también” (Juan 14:12). Esto debería decir “Aquel que cree como Yo creo, las obras que yo hago él también las hará” Jesús no encontró extraño hacer las obras de Dios porque él creía que era Dios. “Yo y mi Padre somos Uno” (Juan 10:30)
Es natural hacer las obras de alguien que crees que eres. Entonces, vive en el sentimiento de ser el que deseas ser y lo serás.
Cuando una persona cree en el valor del consejo que se le ha dado, y lo aplica, establece dentro de sí misma la realidad del éxito.
Fin