“El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. [1 Corintios 2:14]
“Cada día hay un momento que Satanás no puede encontrar, ni sus demonios tampoco, pero el hombre laborioso encuentra este momento y lo multiplica, y una vez encontrado, renueva cada momento del día si es colocado correctamente. “[Blake]
Cada vez que imaginamos las cosas como deberían ser, en lugar de como parecen ser, es “El momento.” Porque en ese momento el trabajo del ser espiritual está hecho, y todos los grandes eventos del tiempo comienzan a moldear un mundo en armonía con el patrón alterado de ese momento. Blake escribe: “Satanás es un “reactor”. Él nunca actúa; él solo reacciona. Y si nuestra actitud hacia los acontecimientos del día es “reaccionaria”, ¿no estamos actuando el papel de Satanás? El individuo solo está reaccionando en su estado natural o de satanás; él nunca actúa o crea, él solo reacciona o re-crea. Un momento creativo real, un sentimiento real del deseo cumplido, vale más que toda la vida natural de la reacción. En tal momento es realizada la obra de Dios. Una vez más podemos decir con Blake: “Dios solo actúa y está en personas o seres existentes”.
Hay un pasado imaginario y un futuro imaginario. Si al reaccionar se recrea el pasado en el presente, entonces, actuando nuestros sueños de fantasía, podemos traer el futuro al presente. “Siento ahora el futuro en el instante”.
El ser espiritual actúa: porque cualquier cosa que él quiera hacer, puede hacer y hace de inmediato – en su imaginación – y su lema siempre es: “El momento es ahora”. “He aquí, ahora es el tiempo aceptable; he aquí, ahora es el día de salvación” (2 Corintios 6: 2)
Nada se interpone entre el individuo y el cumplimiento de su sueño, sino los hechos; y los hechos son las creaciones de la imaginación. Si él cambia su imaginación, cambiará los hechos.
Esta historia habla de una joven mujer que encontró el Momento, y actuando su sueño de fantasía trajo el futuro al instante, sin darse cuenta de lo que había hecho sino hasta la escena final.
«El incidente relatado a continuación puede parecer una coincidencia para aquellos que nunca han sido expuestos a tu enseñanza, pero sé que observé un acto imaginativo que tomó forma sólida, quizás, en cuatro minutos. Creo que te interesará leer este reporte, escrito exactamente como sucedió, unos minutos después del acontecimiento real ayer por la mañana.
Estaba conduciendo mi automóvil hacia el este en ‘Sunset Boulevard’, en la pista central del tráfico, frenando lentamente para detenerme ante una señal roja en una intersección de tres vías, cuando mi atención fue captada por la vista de una anciana, vestida toda de gris, corriendo por la calle frente a mi auto. Su brazo se levantó, señalando al conductor de un autobús que estaba empezando a alejarse de la acera. Obviamente, ella estaba intentando cruzar en frente del bus para retrasarlo. El conductor redujo la velocidad de su vehículo y pensé que le permitiría entrar. En cambio, mientras ella saltaba a la acera, el autobús se alejó dejándola parada justo en el momento de bajar su brazo. Ella se dio la vuelta y caminó rápidamente hacia una cabina telefónica cercana.
Cuando mi señal cambió a verde y puse mi auto en movimiento, deseé haber estado detrás del autobús y haber podido ofrecer llevarla. Su extrema agitación era evidente, incluso desde la distancia que yo estaba de ella. Mi deseo se cumplió instantáneamente en un drama mental y, mientras me alejaba, la fantasía se desarrollaba en la siguiente escena: “Yo abrí la puerta del auto y una señora vestida de gris entró, sonriendo aliviada y muy agradecida. Ella estaba sin aliento por haber corrido y dijo: ‘Solo tengo que ir unas pocas cuadras. Me encontraré con unos amigos y temía que se fueran sin mí cuando perdí mi autobús’. Dejé a mi dama imaginaria un par de cuadras más adelante y yo estaba encantada de observar a sus amigos que todavía la esperaban. Ella me agradeció nuevamente y se alejó”.
Toda la escena mental se extendió en el tiempo que toma conducir una cuadra a una velocidad normal. La fantasía calmó mis sentimientos con respecto al incidente ‘real’, e inmediatamente lo olvidé. Cuatro cuadras más allá, todavía estaba en la pista central y otra vez tuve que parar por una señal roja. En ese momento mi atención estaba vuelta hacia adentro en algo que ahora no recuerdo, cuando de repente alguien golpeó la ventanilla cerrada de mi auto y miré hacia arriba para ver a una adorable anciana de cabello gris, vestida toda de gris. Sonriendo, me preguntó si podría ir unas cuantas cuadras conmigo ya que había perdido su bus. Ella estaba sin aliento, como si hubiera corrido, y yo estaba tan sorprendida por su repentina aparición en mi ventanilla en medio de una concurrida calle, que por un momento solo pude reaccionar físicamente y sin responder me incliné y abrí la puerta de mi auto. Ella entró y dijo: ‘Es muy molesto correr tanto y luego perder un autobús. Yo no te hubiera molestado así, pero quedé de reunirme con unos amigos, a unas cuantas cuadras calle abajo, y si ahora tuviera que caminar no los alcanzaría’. Seis cuadras más adelante, exclamó: ‘Oh, ¡qué bien! Todavía me están esperando’. La dejé salir y ella me dio las gracias nuevamente y se alejó.
Me temo que conduje a mi destino por reflejo automático, porque había reconocido completamente que acababa de observar un sueño despierto que tomó forma en la acción física. Yo reconocí lo que estaba sucediendo mientras estaba sucediendo. Tan pronto como pude, escribí cada parte del incidente y encontré una sorprendente consistencia entre el ‘sueño despierto’ y la subsiguiente ‘realidad’. Ambas mujeres eran ancianas, de modo gentil, toda vestida de gris y sin aliento por apresurarse para coger un autobús y perderlo. Ambas deseaban reunirse con amigos (que por alguna razón no podían esperar más tiempo por ellas) y ambas dejaron mi auto en el espacio de unas pocas cuadras después de completar con éxito el encuentro con sus amigos. ¡Estoy sorprendida, confundida y maravillada! Si no hay tal cosa como una coincidencia o accidente, entonces fui testigo de que la imaginación se convirtió en “realidad” casi instantáneamente» … J.R.B.
“Cada día hay un momento que satanás no puede encontrar, ni sus demonios tampoco, pero el hombre laborioso encuentra este momento y lo multiplica, y una vez encontrado, renueva cada momento del día si es colocado correctamente”
«Desde la primera vez que leí tu experiencia en “La Búsqueda” había deseado experimentar una visión. Desde que nos hablaste de la ‘Promesa’, este deseo se intensificó. Quiero contarte mi visión que fue una gloriosa respuesta a mi oración; pero estoy seguro de que no habría tenido esta experiencia si no fuera por algo que ocurrió hace dos semanas.
Tuve que estacionar mi automóvil a cierta distancia del edificio de la Universidad donde tenía programado dirigir mi clase. Cuando salí de mi auto fui consciente de la quietud a mi alrededor. La calle estaba completamente desierta; no había nadie a la vista. De repente escuché una espantosa voz maldiciendo. Miré hacia el sonido y vi a un hombre blandiendo un bastón, gritando, entre palabras viles: ‘Te mataré. Te mataré.’ Yo continué, mientras él se acercaba a mí, en ese momento pensé: “Ahora puedo probar lo que he profesado creer; si creo que somos uno – el Padre, este desamparado y Yo – ningún mal puede venir a mí. En ese momento yo no tenía miedo. En lugar de ver a un hombre viniendo hacia mí, sentí una luz. Él dejó de gritar, dejó caer su bastón y caminó en silencio mientras pasamos con menos de treinta centímetros entre nosotros.
Habiendo probado mi fe en ese momento, todo a mi alrededor parecía más vivo que antes, las flores más brillantes y los árboles más verdes. He tenido un sentido de paz y Unidad de vida que no había conocido antes.
El viernes pasado manejé a nuestra casa de campo, no hubo nada inusual durante el día o la noche. Trabajé en un manuscrito y, ya que no estaba cansado, no intenté dormirme sino hasta alrededor de las dos de la mañana. Entonces apagué la luz y me dejé llevar por esa sensación flotante, no dormido sino somnoliento, como yo lo llamo, medio despierto y medio dormido. A menudo, en este estado, flotan ante mí encantadores rostros desconocidos, pero en esta oportunidad la experiencia fue diferente. Un rostro perfecto de un niño se presentó ante mí de perfil, luego se volvió y me sonrió. Estaba brillando con luz y parecía llenar mi propia cabeza con luz. Yo estaba radiante y emocionado y pensé “este debe ser el Cristo”, pero algo dentro de mí, sin sonido, dijo: “No, este eres tú”. Siento que nunca volveré a ser el mismo y algún día podré experimentar la Promesa» … G.B.
Nuestros sueños se harán realidad desde el momento en que sepamos que la imaginación crea la realidad – y actúa. Pero la imaginación busca de nosotros algo mucho más profundo y más fundamental que crear cosas: nada menos que el reconocimiento de su propia unidad con Dios; que lo que hace, en realidad, es Dios mismo haciéndolo en el individuo y a través de él, que es Toda Imaginación.